jueves, 1 de marzo de 2012

¿Visión alternativa o Visión colonial? Apuntes críticos al documento sobre Malvinas de los 17 intelectuales


Recientemente un grupo de 17 intelectuales*,  personalidades y periodistas, entre los que se encuentran Beatríz Sarlo, Jorge Lanata, Juan José Sebreli, Emilio de Ipola, etc,  han redactado un documento que pretende ser una visión altenativa sobre Malvinas que defiende, entre otras cosas, la autodeterminación de los kelpers.

Como militantes de izquierda consideramos que Malvinas es una causa nacional impostergable, creemos que debería estar claro para todos que lo de Malvinas es una agresión imperialista y como deber revolucionario debemos luchar contra el imperialismo, Lamentablemente una parte de la izquierda argentina, no así en Latinoamérica, no comprende la cuestión de la lucha antimperialista y las tareas nacionales, y en esa línea plantean cosas como que cualquiera que reivindique Malvinas le está haciendo el juego al kirhcnerismo. Puras patrañas.
Por eso creemos necesario realizar unos apuntes críticos, dando la batalla también en el plano de las ideas, contra quienes cumplen la función social de intelectuales y ponen sus saberes y prestigio al servicio de intereses ajenos a los del país. En este sentido, elegimos empezar por una afirmación del final de dicho documento porque nos parece que encierra una matriz de pensamiento que nos ha hecho mucho daño a los argentinos. Dicha afirmación dice:

Los principales problemas nacionales y nuestras peores tragedias no han sido causadas por la pérdida de territorios ni por la escasez de recursos naturales, sino por nuestra falta de respeto a la vida, los derechos humanos, las instituciones democráticas y los valores fundacionales de la República Argentina como la libertad, la igualdad y la autodeterminación.

Lo que subyace a esta afirmación no dejan de ser ideas y pensamientos que han causado muchos de nuestros principales problemas y dramas nacionales.
Precisamente, quiénes en el pasado creían que teníamos territorios y recursos naturales de sobra han sido los primeros en avasallar la vida y  los derechos humanos de los argentinos invocando valores democráticos en pos de mantener negocios espúreos y privilegios de clase. Decimos esto, porque esta definición esbozada de los problemas principales de nuestra patria no deja de remitirnos a aquello que alguna vez escribió Sarmiento en el Facundo, el mismo Sarmiento que no tenía reparos en perder nuestra Patagonia para imponer la “civilización”: El mal que aqueja a los argentinos es su extensión.
Aquello que Jauretche definió como zoncera fue la justificación ideológica e intelectual de la matanza y desaparición de los “bárbaros” gauchos y pueblos originarios legitimando que se sembrará de sangre la “desértica” República Argentina. Esta misma zoncera vuelve a nuestros días bajo otros formatos pero bajo la misma matriz de pensamiento y confundiendo consecuencias con causas. Pues la falta de respeto a la vida y a los derechos humanos no es más que una consecuencia del avasallamiento de nuestra soberanía y del saqueo y despojo de nuestros bienes comunes por parte de potencias y capitales imperialistas con la complicidad política y jurídica de una clase política entreguista y cipaya.
Afirmar hoy en la Argentina que nuestros principales problemas y tragedias nacionales no han sido y ni son causa de la pérdida de territorios o de la escasez de recursos es de mínima estar ciegos a la realidad de nuestros países y de la del resto de los países de nuestramérica. O no es más que una peligrosa colonización del pensamiento disfrazada de defensa de la democracia y sus instituciones que no deja de entrever cierto desprecio a las causas populares en nombre del esclarecimiento de una “intelligentzia” rancia y elitista que subestima a los pueblos.
¿Por qué decimos esto? Porque nos parece “llamativo” que estos intelectuales y personalidades firmantes afirmen que no es un problema principal para la nación la escasez de recursos naturales cuando el problema de la megamineria contaminante y saqueadora de nuestros bienes comunes ha salido a la luz en toda su dimensión con las heroicas luchas llevadas a cabo por pueblos directamente afectados social, política y económicamente a lo largo de toda la cordillera de los Andes.
¿Será que para éstos intelectuales dichas luchas son parte de la “escalada de declamaciones patrioteras” que denuncian en el documento?
Tal vez los firmantes del documento no estén al tanto, por ejemplo, del “Acuerdo binacional Argentino-Chileno” donde se expresa uno de los mayores despojos y entrega de la soberanía territorial hasta el punto de crear una especie de tercer país, entre Chile y Argentina, gobernado por las corporaciones mineras. Pues este acuerdo bilateral permite a las corporaciones mineras realizar la prospección y explotación en territorios que caen bajo la circunscripción de Parques Nacionales o en reservas naturales como lo hace la Barrick Gold en la biósfera de San Guillermo (provincia de San Juan), donde dicha minera perfora un túnel de 7 km que atraviesa las altas cumbres de los Andes para transportar minerales por Chile rumbo al Pacífico. Tal vez estos intelectuales, que creen que la escasez de recursos naturales no es un problema mayor, no sepan que por ese túnel saldrá en oro, plata y cobre varias veces la suma de la deuda externa argentina.

Decir que la pérdida de territorio no es uno de los principales problemas del país es reducir la problemática de manera peligrosa y hasta cómplice. Porque pérdida de territorio también es concentración y extranjerización de la propiedad de la tierra, un problema mayor para los argentinos que acarrea otros problemas gravísimos que han constituido y constituyen una tragedia para millones de compatriotas, ya que la extranjerización y concentración de la tierra trae consigo para nuestra nación el problema del acceso y preservación de los bienes comunes como el agua, la biodiversidad, los minerales o petróleo, como así también la profundización del problema de la vivienda. Los muertos en Jujuy en tierras del Ingenio Ledesma han sido causa precisamente de la pérdida de territorio concentrados en pocas manos, como tantas otras veces ha sucedido a lo largo de nuestra historia. ¿Qué han constituido entonces las Campañas del Desierto desde Rosas hasta Roca sino la pérdida de territorios en manos de elites colonizadoras y extranjerizadas que han causado un sinnúmero de matanzas, tragedias y avasallamiento de libertades y derechos? ¿Qué tipo de autodeterminación  han tenido en nuestra historia los pueblos originarios, los gauchos, negros y mulatos por parte de quienes fundaron la República Argentina sobre valores que estos intelectuales invocan como principios fundantes para legitimar la autodeterminación de una población trasplantada en Malvinas?
¿No es acaso un problema nacional fundamenta y un desprecio y avasallamiento de derechos y libertades el hecho que desde el siglo XIX los ingleses hayan venido a Malvinas depredando la fauna, matando focas y ballenas para conseguir aceites con que iluminar Londres y que hoy hayan instalado una plataforma de extracción petrolera y estén repartiendo licencias pesqueras para buques en Mar Argentino, todo en territorio sudamericano y cobrando regalías y cánones de explotación para la corona británica?

En la lógica de lo expuesto en este documento firmado por 17 intelectuales entonces la pérdida de territorio en la Cordillera de los Andes y en la Patagonia en manos de capitales extranjeros guardaría escasa relación con los principales problemas políticos, sociales y económicos que afectan a los argentinos, ¿o es que esto solo vale para Malvinas?
Según datos de la División del derecho del Mar de la oficina Hidrográfica Británica, el volumen de petróleo existente bajo el mar, solo en la región de Malvinas, alcanza los 60mil millones de barriles de crudo. Un dato que demuestra que para el Imperio británico la escasez de recursos sí es un problema, que Malvinas obedece a no perder un territorio estratégico en el marco de una crisis energética que afectan a las potencias imperiales, y un territorio que le permite un acceso cercano a la Antártida. Además esa cantidad de petróleo permitiría a nuestro país ahorrar una infinidad de recursos que podrían destinarse a mejorarle la vida a millones de argentinos, lo mismo que con los millones de dólares que exportan las mineras que solo en el 2007 constituyeron más del doble del presupuesto nacional destinado para el Ministerio de Desarrollo Social y más de cuatro veces los asignado para el Ministerio de Salud en el mismo año. Pero no, claro, según estos intelectuales Malvinas es una causa que guarda escasa relación con los grandes problemas políticos, sociales y económicos del país…

Estamos seguros que por vía de la guerra son irrecuperables las islas. Solo la unión y solidaridad de los países de nuestroamérica, como ya viene sucediendo desde el ALBA y la Celac por ejemplo, traerá la solución al tema Malvinas, dado que las  afrentas que se ciernen sobre uno implica una amenaza hacía el resto. Solo la unidad nuestroamericana dará solución al problema de la intromisión del imperialismo en Malvinas, la cordillera de los Andes o donde fuere. Ya en el 2009,  a través del Tratado de Lisboa, la Unión Europea se arroga soberanía sobre los territorios de Malvinas y con ello se arroga soberanía sobre territorios sudamericanos y argentinos. Por eso la respuesta más efectiva será desde la unidad latinoamericana y desde la Patria Grande. ¿Constituirá dicha estrategia y solidaridad entre los pueblos de América latina para estos intelectuales y personalidades una “escalada patriotera a nivel regional”?
  


* Firman Emilio de Ipola, Pepe Eliaschev, Rafael Filippelli, Roberto Gargarella, Fernando Iglesias, Santiago Kovadloff, Jorge Lanata, Gustavo Noriega, Marcos Novaro, José Miguel Onaindia, Vicente Palermo, Eduardo Antin (Quintín), Luis Alberto Romero, Hilda Sábato, Daniel Sabsay, Beatriz Sarlo, Juan José Sebreli


Link del documento: http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-188182-2012-02-23.html


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