miércoles, 25 de abril de 2012

YPF, un primer paso en un largo camino por recorrer. Nuestro posicionamiento.

Primero que nada debemos señalar que en el marco del camino hacia la recuperación de soberanía popular las recientes medidas expresadas en el proyecto de ley sobre la nacionalización de YPF son un paso adelante. Un paso en un largo camino que todavía debemos recorrer como pueblo en la construcción de una Patria Libre, Justa y Soberana. Un paso que, sin lugar a dudas, abre otro escenario, pero un escenario que no está excento de nuevas estafas o peligros, ya que las nuevas medidas a adoptar son positivas pero todavía insuficientes para la recuperación total de nuestros recursos energéticos que es la única manera en que alcanzaremos la soberanía sobre nuestros bienes. Por eso debemos seguir luchando por una YPF 100% pública, por la soberanía popular sobre todos nuestros bienes comunes (no sólo los energéticos), algo que solo haremos posible con la lucha de nuestro pueblo más allá de decretos o leyes de gobiernos de turno.

La expropiación del 51% a Repsol es sin duda una vuelta de página que marca el fracaso del modelo privatizador del neoliberalismo y que asimismo marca un avance en una reivindicación popular muy sentida donde cualquier avance en ese sentido constituye también un avance en la concientización de nuestra población a cerca de la necesidad de tener control sobre lo que nos pertenece. Algo importante y necesario luego de años de prédica neoliberal y de demonización de todo lo que implique recuperar soberanía a través de nuestro Estado.

No debemos olvidar que Repsol, con la complicidad de gran parte del espectro político, ha sido uno de los mayores responsables del vaciamiento de YPF. Su política a lo largo de los años ha sido capitalizarse a costa de los ingresos que le daba la renta de nuestro subsuelo, vaciándo los pozos ya descubiertos, para hacer negocios e inversiones en otros países a espalda de los intereses de los argentinos. Pero en este camino de recuperar soberanía tampoco debemos olvidar, más allá de la retórica oficialista, que YPF continuará siendo una Sociedad Anónima sustraída al control público al que debería verse sometida si fuese una empresa estatal. Este tipo de contradicciones pueden conllevar a que esta re - nacionalización termine siendo funcional a intereses de capitalistas o empresarios amigos y no a los intereses populares. El intento de "argentinización" sobre YPF que hace unos años atrás llevó a cabo el gobierno facilitando un 25% de las acciones a la familia Eskenazi dan cuenta de esto.

Por eso es que la lucha todavía continúa y en ese sentido debemos luchar para que se eliminen todos los decretos desregulatorios en materia energética como también por la eliminaciónd e la Ley Corta del 2006 sancionada por este mismo gobierno y que vino a perfeccionar los mecanismos de transferencia de la propiedad del subsuelo del Estado Nacional a las provincias como ya se había decretado en la constitución neoliberal del ´94 que permitió negociados entre los gobiernos provinciales y empresarios amigos sumadas a excensiones impositivas inéditas para la actividad. Es precisamente la constitución del ´94 el andamiaje jurídico y legal que debemos eliminar para cerrar definitivamente el ciclo privatista en nuestro país.

Sin ser ingenuos pero tampoco sin hacer oposición boba con consignas abstractas saludamos este avance marcando lo que hay que marcar, denunciando lo que hay que denunciar y continuando en la lucha por soberanía popular para nuestra patria,


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