miércoles, 27 de julio de 2011

Ballotage en la ciudad: posición y algunas reflexiones.

Señalábamos anteriormente en otros artículos la dimensión proscriptiva de la política electoral-representativa que poco o nada tiene que ver con las necesidades de nuestro pueblo, donde se refleja un alto nivel de degradación política al momento de las ofertas electorales predominantes, todas ellas fuertemente cruzadas por una perspectiva clasemediera y por un componente marketinero que banaliza la política.
Decíamos también, más allá de lo estructural, que no son los mismo Macri y Filmus y que constituye un error político igualarlos en todo nivel. Por que decimos esto? Por que Macri y el espacio político que representa es uno de los máximos exponentes de una política que el propio pueblo argentino había puesto contra las cuerdas en el 2001, luego de una larga noche de depredación, miseria y saqueo. Hablamos ni más ni menos que de la vieja derecha neoliberal, privatista y antipopular, ahora aggiornada con estrategias de mercadotecnia y ocultando a la vez su matriz ideológica con discursos “apolíticos” y con una puesta en escena de cotillón y alegría impostada que rememora a épocas nefastas para nuestro país. Una derecha que parece no haberse ido del todo y que frente al fracaso de los progresismos y ante la ausencia de una alternativa de izquierda, pareciera que avanza ocupando un espacio vacante.
Sin embargo, creemos que en líneas generales el eje político de las alternativas predominantes está corrido hacía la derecha, alejado de los debates que atañen al pueblo: el saqueo y el hambre, políticas públicas, políticas integrales, inversión productiva, etc. Estamos ante el vaciamiento del discurso político. Tal es así que incluso las opciones kirchneristas y progresistas como la de Filmus terminan incorporando a su discurso de campaña temas propios de la agenda de la derecha y de las corporaciones mediáticas como ser el tema de la “seguridad”. Ni siquiera en su demagogia proselitista las alternativas políticas mayoritarias del escenario electoral, sean progresistas o de derecha, incorporan al debate las verdaderas problemáticas que sufren los sectores populares de la ciudad como ser la emergencia habitacional, la crisis en la salud y en la educación pública, etc, Y creemos que en el caso de Filmus y su aval a la represión de los docentes de Sta Cruz y al plan de militarización de la zona sur de la ciudad por parte del gobierno nacional obedece a la lógica y dinámica misma del progresismo político, que en su afán de buscar el voto del electorado de clase media termina parándose a la derecha por esa misma lectura mesocrática de la política que mencionábamos más arriba.

Pero para cambiar el eje político hacía las necesidades de nuestro pueblo y poner en la agenda política lo que realmente debemos discutir y contra lo que realmente debemos luchar, primero hay que  cambiar la correlación de fuerza. Y para ello es necesario reconocer nuestras debilidades y potencialidades, hacer una profunda y sincera autocrítica para superar las limitaciones por las cuales no pudimos construir una alternativa de izquierda que plasme y aglutine todas las luchas que fuimos dando contra el macrismo en los últimos 4 años. Y que a la vez  esa construcción, esa alternativa, sea una opción política para la ciudad con una estrategia común de poder. En este sentido, y sin cargar todas las tintas sobre el FIT, cabe preguntarse ¿Es una opción ganar un concejal o un diputado? Consideramos que no, que ese camino no es ganar poder porque un solo concejal o diputado termina siendo un cargo testimonial más que cualquier otra cosa. Creemos en otros caminos sobre la base de construcciones sólidas que compartan y construya entre todos una estrategia política común para luego utilizar lo electoral como terreno de disputa o táctica subordinada a una estrategia.
Aunque elegimos no pronunciarnos ante esta coyuntura del ballotage en la ciudad, respetamos sinceramente a los compañeros que llaman a decirle No a Macri. Podemos compartir o no dicha táctica para este escenario de ballotage, pero en última instancia y a la hora de ser consecuentes con la construcción de una alternativa unitaria y aglutinadora, dicho posicionamiento es una diferencia menor. No creemos en el voto en blanco ni en la impuganción, cada cual sabrá qué hacer frente a la urna.
Lo que importa, en función de construir una alternativa, pasa por otro lado, por eso creemos que no es momento de chicanas estériles ni de macartismos infantiles, sino que por el contrario es momento de acercar posiciones, momento de debate fraternal y sincero entre compañeros en pos de buscar, entre todos los que se sientan convocados, el factor y la herramienta que aglutine todas las luchas que vinimos dando en la ciudad contra el macrismo. Es momento de hacer política y no de competir entre compañeros para ver quién está más a la izquierda. De lo contrario la revancha de la derecha, más que una posibilidad histórica, está siendo de a poco una realidad concreta como lo demuestra la consolidación del macrismo en la ciudad y su proyección a escala nacional. Creemos que los 4 años venideros, ya sea en la ciudad como en todo el país, serán decisivos en ese sentido, ya que si no resolvemos una alternativa de izquierda, lo más probables es que se venga la derecha como ya lo está empezando a hacer.

Agrupación estudiantil M-31 (Sociales - UBA)


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