domingo, 27 de noviembre de 2011

Hacía el X Congreso de Antropología Social en Filosofía y Letras - Nuestras reflexiones

Del 29 de noviembre al 2 de diciembre se llevará a cabo el X Congreso de Antropología Social en la Facultad de Filosofía y Letras (Universidad de Buenos Aires).
Este año nos ha tocado ser sede de uno de los espacios más enriquecedores que tiene la Antropología hoy en Argentina. Por lo cual, desde el M-31 encontramos necesario sumar a la reflexión de la situación actual de la carrera y también del rol del estudiantado. Como futuros profesionales, debemos ser concientes de la necesidad de fomentar la reflexión sobre el sentido social de la formación que recibimos, sobre el desarrollo del sentido crítico y la búsqueda de discusión y actualización constante de los planes de estudios (aún hoy continúa rigiendo el mismo plan de estudios que se implementó “provisoriamente” post dictadura) con el objetivo de dar respuestas a las exigencias sociales, ya no restringiéndonos al ámbito educativo, sino abarcando a la sociedad a través de sus transformaciones culturales, económicas y políticas.  
Además, en un país como el nuestro, donde se ha desarrollado desde los comienzos de la consolidación del Estado Nación un sistema universitario extendido, el estudiantado también se ha ido constituyendo a la par en un actor político de relevancia con una gran tradición de lucha, como quedó demostrado una y otra vez ante cada estocada que diferentes gobiernos quisieron darle a la universidad.

Un poco de Historia

Desde fines de siglo XIX, la Antropología se ha constituido como una ciencia que ha generado conceptos y formas de conocimiento tendientes a explicar la diversidad cultural, a develar posturas etnocentristas, a revalorizar los conocimientos locales y a entender los procesos de construcción de identidades. Un gran aporte constituyó la explicitación del concepto de cultura, que permitió extender la comprensión y comparación de las más diversas formas de la experiencia humana.
De este modo, el encuentro con el otro como humano y generador de cultura adquiere especial importancia. En un primer momento éste fue planteado en relación a culturas vistas como exóticas y distantes; posteriormente el reconocimiento de nuevas alteridades y de la heterogeneidad cultural se extendió al seno de nuestra propia sociedad. Sin embargo, pese a la importancia de estos temas, dentro de la oferta de la carrera de Antropología de la Universidad de Filosofía y Letras, se observa una vacancia con respecto a los nuevos contenidos, teniendo como “novedad”-  en la mayoría de las materias -  autores de fines de siglo pasado. Esto hace que los estudiantes en base a sus inquietudes individuales ahonden en aquellos saberes y autores faltantes.
Desde 2008 se ha impulsado, por parte de la totalidad de la comunidad académica (profesores, graduados y estudiantes), la discusión por la reforma del plan de estudios, el cuál decíamos, rige desde 1984, y en ciertos casos hay cátedras compuestas por los mismos titulares, que ante el “miedo” de perder sus cargos, han revocado en varias oportunidades el impulso de la discusión y avance de la reforma del plan de estudios.
Varias son las problemáticas que debemos afrontar los y las estudiantes a la hora de inscribirnos en cada inicio de cuatrimestre. Ya no elegimos una cursada por el docente que está a cargo, ni por los contenidos propios de la materia, sino que esta elección está atravesada por la escasa oferta académica y el poco tiempo del estudiante que, por cuestiones socioeconómicas, se encuentra subsumido en el mundo laboral reduciendo las horas de estudio a unas pocas por día.
Entonces nos encontramos con que, en su mayoría, las cátedras son únicas, los seminarios se repiten año tras año, prácticos desbordados con estudiantes en el piso o llegando hasta los pasillos, los docentes disputándose entre ellos el uso de los escasos recursos audiovisuales. La precarización universitaria llegó al punto tal que hay cursadas demoradas por falta de tizas, de sillas y aulas.
Al cabo de un arduo debate interclaustros, durante los últimos meses se acordó un tronco común de 9 materias obligatorias para Antropología y Arqueología, las cuales son: Epistemología, dos materias de arqueología y una materia de historia pensada para antropólogos.
Seguimos teniendo como deuda pendiente y cuestión fundamental para formarnos como futuros investigadores, la incorporación de manera sistemática e institucionalizada en el ciclo de grado de experiencias supervisadas de trabajo de campo, así como mecanismos que faciliten la elaboración y defensa de la tesis de licenciatura. Esto implica contar con instancias previas de aprendizaje de escritura y presentación de resultados.
Porque creemos que la teoría y la práctica son dos caras de la misma moneda, porque creemos que la mejor forma de crear conocimiento crítico y transformador de la realidad social es a través de los docentes investigadores y el compromiso. Porque no creemos que haya sido casual que se haya eliminado el trabajo de campo durante la última dictadura militar, insistimos en la necesidad de discutir - en este espacio que congrega a estudiantes de toda la Argentina y de países limítrofes - las carencias de nuestra formación, las dificultades que encontramos en el día a día para nuestra inserción laboral, el poder ingresar en la particularidad de los problemas a través de establecer vínculos con los sujetos directamente involucrados en ellos que, teniendo como foco la descripción, interpretación y análisis de unidades sociales pequeñas, pueda comprender y explicar procesos sociales mas abarcativos en tiempo y espacio.
Además, como futuros licenciados, debemos estar capacitados para poder intervenir en políticas de salud, educación, justicia, derechos humanos, de patrimonio cultural, política, trabajo, economía y otras, a partir del conocimiento producido por el enfoque etnográfico que lo sostiene.
En el marco del levantamiento del movimiento estudiantil Chileno y Colombiano - y porque planteamos que nuestro camino está encaminado hacia la segunda y definitiva independencia - debemos destacar el rol que sigue jugando el imperialismo, el cual a través de los políticos cipayos, impone todo tipo de modalidades restrictivas y anti-educativas para que el pueblo no genere pensamiento, no discuta ni tome las decisiones que tenga que tomar para su liberación. Las transformaciones neoliberales de los 90 que degradaron la educación pública en todos sus sentidos y niveles secundarios, terciarios, universitarios; la implementación en el país de las políticas del FMI, como la CONEAU que ha modificado (en su mayoría durante el gobierno Kirchnerista)  los planes de estudio de diversas carreras para adecuarlos a los intereses de los organismos de crédito internacional y las multinacionales.
Convocamos a todo el estudiantado en la urgencia de generar una alternativa que discuta más allá de las aulas, que se plantee salir a las calles para frenar cualquier tipo de avasallamiento sobre la educación pública. Porque hoy la principal contradicción para el movimiento estudiantil es una educación abierta para el pueblo o el modelo de educación elitista que se pretende imponer desde las clases dominantes. Por eso debemos luchar y exigir políticas de retención de los estudiantes, sean estas sociales (comedores, albergues y becas) o políticas académicas.
Los estudiantes debemos articular las luchas con los sectores trabajadores y desocupados en consonancia con la realidad que vive nuestro país y por qué no también con la realidad que viven nuestros pueblos hermanos de latinoamérica, en pos de lograr, a través de la lucha, la Patria Grande Nuestramericana.

Agrupación estudiantil M-31
"Luchamos para crear, creamos para luchar"

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